Me he enamorado de una mujer, soy correspondida pero no puede ser... AYUDA!

Voy a contar mi historia. Me cuesta mucho hacerlo, pero me encuentro en un momento crítico y necesito que opinen sobre ella.

Tengo 22 años y hasta el momento no me había enamorado nunca. Sí había tenido amores platónicos, me habían gustado chicos mayores que yo pero que hasta yo sabía que no eran amores de verdad…
A mí siempre me ha gustado muchísimo cantar. Hace 2 años me apunté a clases de canto con una profesora muy buena. Ella es una persona muy suya, que no se abre con nadie. Pero conmigo empezó a abrirse hace cosa de un año. Yo empecé a sentir cosas que no había sentido antes y a preguntarme qué me estaba pasando… Yo sentir cosas por una mujer? No podía ser…

Mi profesora (llamémosla “R”) es de fuera, y aquí vive con una amiga que se convirtió también en mi amiga porque las tres compartíamos la afición por la música. En ningún momento me dijeron que eran pareja por miedo a que yo las rechazara (menuda tontería!) por eso mis sentimientos hacia ella iban creciendo y yo no hice nada para frenarlos porque no creía que hiciese nada malo sintiendo esto.
Llegó un momento en que era muy evidente que entre las dos había una energía muy especial, algo muy fuerte, una energía casi física… Y R. me confesó sus sentimientos y también que era pareja de mi amiga. Yo le dije que también sentía lo mismo y dijo que ya lo sabía, por como la miraba, por como actuaba…

Fue un momento muy bonito pero muy difícil. Qué debía hacer? Alejarme de ella por respecto a mi amiga? Pero como alejarme de este sentimiento que ya había calado en mi interior y que era tan fuerte? R. me dijo que había intentado alejarse de este sentimiento hacía mucho tiempo pero que no había podido porque era muy fuerte, que se estaba planteando dejar a su pareja porque ya no la amaba y que en cambio se había enamorado de mí.
Eso fue en junio. Durante el mes de julio seguimos viéndonos en clase de canto y los sentimientos aumentaron. Nunca ha llegado a pasar nada. Ni un beso… pero sí muchos abrazos, alguna caricia o beso en el hombro o en la mano, porque sabíamos que era un amor imposible.
Primero de todo, la diferencia de edad (yo 22 y ella 40), después el hecho de que yo no hubiese tenido nunca pareja antes y no saber del cierto si es amor lo que siento o es un sentimiento derivado de la gran admiración que le tengo; después está mi familia, que en cuanto se lo dije se escandalizaron y me prohibieron cualquier relación con ella, que jamás lo aceptarían; y finalmente la pareja de R., que a pesar de todo la quiere porque llevan mucho tiempo juntas y le duele hacerle daño.
Y ella decidió renunciar a mí a pesar de lo que sentía. Renunció a mí porque me ama tanto que no quiere privarme de vivir mi vida.
Yo aún estaba muy confusa con toda esta situación, se me hacía grande. Decidimos dejar pasar el mes de agosto sin vernos ni hablarnos. Durante este mes yo vi que sí que era amor lo que sentía hacia ella, que no era confusión ni nada por el estilo. Ni admiración. La he llegado a conocer tanto que la he podido desmitificar. Decidí que si ella estaba dispuesta a dejar a su pareja yo también estaba dispuesta a vivir mi amor en secreto hasta que pudiese independizarme de casa de mis padres.

Llegó setiembre. Ninguna de las dos había dejado de sentir amor. Al contrario, las ganas de vernos fueron más en aumento. Hablamos cada día, y a la que empezaron las clases nos veíamos cada vez que podíamos. Pero ella seguía renunciando a mí por los motivos de antes. Me decía que el corazón le decía que quería estar conmigo, pero que la razón se lo prohibía porque era demasiado joven y para ella era mucha responsabilidad ser mi primera relación. Que sabía que a mí no me gustaban las mujeres y no quería que por estar con ella me acabaran gustando. No quería que entrase en un mundo que aún no es aceptado socialmente.
Pero por otro lado, me decía que no quería dejar de verme, que le gustaba mucho abrazarme y sentirme cerca… Por eso le pregunté si esta renuncia era para siempre, y me dijo que no lo sabía, y que no era justo para mí porque de esta manera me tenía “presa”.
Que tenía muy claro lo que querría, pero que le faltaba valor para decidir. Y que necesitaba tiempo.

Yo en ningún momento la he presionado. Sé que su situación no es fácil, y también sé que mi realidad actual (con la familia enfrentada) no me permitiría vivir esta relación con tranquilidad.
Pero llegó un momento en que no pude más. Me dolía ver que aún amándome tanto y no queriéndome hacer daño me lo estaba causando. Esta falta de decisión, este “te amo pero no me decido a dar el paso de estar contigo, pero tampoco te dejo ir” me hacía sentir tan mal….
Vi que estaba enganchada a ella, que según que me dijese el día pasaba a ser maravilloso o una catástrofe.
Y este domingo decidí que debía tomar distancia de todo este asunto. Le pedí, con todo el dolor de mi alma, que dejáramos de vernos y llamarnos porque la situación me estaba lastimando. Que ella necesitaba tiempo, pero que yo también lo necesitaba para entender que amar no es depender.
Que la iba a estar esperando pero desde una posición menos dolorosa para mí porque no me hacía bien esta montaña rusa de sentimientos. Un día arriba y otro abajo.
La despedida fue muy dura. Pero ella me dijo que había sido muy valiente al decidir eso.
Eso sí, seguirá siendo mi profesora… pero nos hemos prohibido hablar del tema. Ella no me dirá cómo está, yo tampoco. Y me duele no saberlo para poder ayudarla si lo necesita.
Yo solo espero que en este tiempo pueda soportar tenerla cerca pero sentirla lejos, aunque las dos nos seguimos amando.
Y espero que durante este tiempo de “hibernación” que nos hemos dado, las dos volvamos a recuperar nuestra tranquilidad, el amor madure, nuestras circunstancias cambien y este amor imposible se pueda convertir en posible……

Gracias x escucharme!

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