Violencia en la pareja

Agosto de 1996 

Volencia de ParejaLa violencia puede ser visible,
abierta, con golpes y/o gritos.

La violencia se ejerce hasta con susurros y besos.

La violencia sexual no es solamente la violación o abuso sexual directo.
 

Como vengo alertando, la violencia es un desajuste en aumento creciente, tanto en cantidad como en forma.

No solamente por los hechos que trascienden públicamente. Si nos ponemos a ver lo que no se publica vamos a encontrar a nuestro alrededor innumerables ejemplos.

Y no solamente en aquel vecino, o tal amigo, o lo de ese pariente. Veamos en casa . . .

Y es necesario ver que tipo de violencia pueden estar sufriendo en su pareja ya que:

  1. Si es abierta puede evitarse tomando las medidas necesarias. Lugares públicos y privados en aumento dan cabida a la asistencia y también en aumento se ve la demanda. Acuden a la ayuda profesional cada vez mas hombres y mujeres víctimas o victimarios, sabiendo que se pena no solamente en la situación de violencia sino además por sus consecuencias. Consecuencias que sufre toda la familia.
  2. Si es encubierta es de esperar enfermedades más graves, orgánicas y psicológicas.
    A la violencia encubierta la podemos inferir cuando el paciente (u otro miembro de la familia) sufre síntomas reiterados o crónicos -orgánicos o psíquicos-, acompañados por determinados tipos malestares e inhabilitaciones personales, y con herramientas terapéuticas que permiten investigar la índole de vínculo.
    El poder darse cuenta de la naturaleza violenta de una relación en los comienzos, por lo menos en los comienzos de los primeros malestares, previene y ayuda a resolver mucho más rápidamente.

El darse cuenta y resolver la violencia
a la vez resuelve y previene de importantes síntomas,
fortaleciendo además nuestra posición social,
en una sociedad cada vez mas complicada y violenta.

. . .→el ambiente socio-económico está cada vez mas violento →se disparan o acrecientan los circuitos victimario-víctima → produce consecuencias en el entorno → se está más debilitados para lo social → enfrentar la situación actual es difícil o imposible → se suele reaccionar violentamente →. . .

Mantenernos con los ojos abiertos sobre la violencia a la que se está expuesta/o, o bien a la que vemos que sucede a nuestro alrededor, es necesario bajo al ánimo del cuidado personal y social, todos somos partícipes. Para lo cual es importante adentrarnos en los distintos tipos de relaciones.

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Es necesario en este punto definir:
"Poder:
1. Tener dominio, fuerza o facultad. Dominio, imperio, facultad para mandar o hacer algo / Suprema potestad rectora y caótica del Estado /"
2. Capacidad: actitud o suficiencia para alguna cosa. / Talento o disposición para emprender bien las cosas / Oportunidad para hacer alguna cosa."

Comienzo por la lucha de poderes y los vínculos violentos en la pareja, por ser esta la célula de la familia y de la sociedad.
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Y aquí entramos en otro el plano, repasando: VIOLENCIA - VIOLENCIA DE PAREJA - VIOLENCIA ENCUBIERTA - PELEA POR EL PODER

  1. En la pelea por el poder se mantiene la creencia de la superioridad de uno u otro de la pareja.
    Vuelvo a reiterar que tal como lo indica la palabra pareja ambos son iguales en cuanto a los derechos, obligaciones y responsabilidades de todo lo que pase dentro de esta relación. Lo natural y saludable es que en la pareja haya total paridad y simetría en cuanto a los distintos poderes que se necesitan para avanzar en la vida. En cuanto la pareja está basada en la lucha por el poder, las opiniones en contra (incluyendo las de terapeutas familiares) llevan justamente a lo que dicen evitar: la lucha por dominar y comandar en la relación.
    Son los casos en donde el querer mantener el imperio en donde uno manda y el otro obedece es justamente producir una guerra constante y creciente, en donde una batalla la ganará uno, logrando que el otro se comporte tal como él quiere, la otra batalla viene con revancha aumentada, saliendo triunfante el otro. . . .
    Y así de corrido crece el malestar, la hostilidad, la enfermedad.
    ParLucha
  2. Es necesario, entonces, poder diferenciar el poder, así entendido, con la capacidad. En la pareja, como en todas las relaciones, ambos tienen diferentes capacidades personales para diferentes cosas. No por ser pareja son idénticos, justamente lo rico y lo sano es la diferencia. Y desde las diferencias de las capacidades se complementan en la vida cotidiana. Y tales diferencias no es por pertenecer a uno u otro sexo (exceptuando, ¡más bien!, las disntas capacidades bilógicas de género).

Las creencias de la superioridad de un género sobre el otro, contribuyen en forma decisiva a las peleas por el poder, impulsando el dominio mutuo de uno sobre el otro.
Por ejemplo, la creencia de que en la sexualidad el hombre tiene mas capacidad de actividad genera intrusivos avances masculino y expectantes quietudes femeninas; con lo cual (reconocido o no) de él depende las iniciativas, formas, modos, como, que, cuándo y dónde y de ella se espera que espere que la hagan feliz, le cumplan, la atiendan; ambas posiciones son de sometimiento sobre el otro. Estos poderes generan bronca y violencia en ambos. Al hombre por la pasividad femenina y a la mujer por el dominio masculino. Toda la responsabilidad por una parte y toda la inhibición por la otra. Y esto aún cuando se vea, lo cual ya es demasiado pedir, no se habla. Bueno, es posible que se pueda apelar a las capacidades de captación y comunicación de cada uno, ¿no?.

Lic. Marta Chiarelli. Artículo (con correcciones formales) publicado en Periódico mensual "LA PARROQUIA" agosto - 1996